Fue el pasado martes cuando, al filo de las ocho de la tarde, cayó la bomba en el plató de Sálvame al anunciarse el fichaje de Isabel Pantoja con Mediaset a través de su histórica participación en el concurso selvático Supervivientes. "Isabel Pantoja ha fichado por esta casa, por Mediaset, y es concursante de Supervivientes 2019", aseguraba con solemnidad el director del espacio vespertino, David Valldeperas. En ese momento se zanjaban de súbito todos los rumores que alimentaron las bambalinas de Mediaset durante días y se abría paso el asombro.
Y es que, cabe recordar que la madre de Kiko Rivera mantenía hasta la actualidad una relación cuanto menos tirante, y prácticamente inexistente, con la cadena pilotada por Paolo Vasile. Así, con este millonario contrato de cadena, la cantante y el grupo audiovisual vuelven a hacer las paces. Pero, ¿cuándo y dónde se produjo exactamente la firma de esta reconciliación? Según la información que maneja el portal JALEOS, la rúbrica, "que tardó en llegar porque Isabel le dio muchas vueltas. De hecho, hasta última hora se mantenía en el no", tuvo lugar "en Jerez de la Frontera el pasado martes sobre el mediodía".
Pantoja firmó en una notaría, tal y como avanza previamente Vanitatis. La elección de ese escenario y de la hora no son baladí, ya que "la Pantoja ha intentado por todos los medios no ser captada por las cámaras en los días previos a la final de GH DÚO y, menos, en ese momento tan privado". De ahí que haya sido en Jerez y a una hora intempestiva: "Ella acudió acompañada de su hermano Agustín, que ha sido fundamental en esta negociación con Mediaset. Ella confía mucho en su hermano y se ha convertido en su mano derecha para todo".
Según se informa a este medio, "Isabel estuvo con los nervios propios de la ocasión". No es para menos, se trata de un contrato que, de ir por las vías adecuadas, "cambiará su carrera y su imagen para siempre". Se ahonda con este medio que la artista "todavía no se ha sometido a los análisis y las pruebas pertinentes". Ese momento tendrá lugar "la semana que viene". Los que están a su alrededor no dudan en señalar que Pantoja "está igual de ilusionada que nerviosa" ante tamaña aventura de supervivencia, en la cual siempre ha expresado, en petit comité, sus deseos de participar. Parece que este año ha sido el escogido por la cantante para dar ese salto, literal y metafórico.
Han sido muchas las incógnitas que han sobrevolado sobre el fichaje de Isabel Pantoja con Mediaset. En un primer momento, fue la revista Semana la que anunció, vía exclusiva, que la cantante estaba en negociaciones con la cadena de Fuencarral para Supervivientes. Tras la confirmación oficial de la cadena, las lagunas sobre ese contrato millonario -hay quien ha asegurado que se trata del mismo que no fue renovado con María Teresa Campos- continúan sobrevolando. Que si se trata de un contrato en pack en el que se incluyen otros servicios con Isabel -como una serie sobre su vida o un programa musical-, que si no será una participación como tal, sino más bien una visita con fecha de caducidad.
Sea como fuere, lo que es un hecho es que vuelve por la puerta grande, ya que, tal y como informaba la citada revista, el caché de la artista rondaría los 80.000 euros semanales, más medio millón extra independientemente de lo que sucediera en el concurso. Además, una de sus condiciones más importantes incluiría el poder regresar en cualquier momento a España, sin penalización alguna, si su madre, doña Ana, empeorase en su delicado estado de salud. Más allá del impacto de este fichaje, muchos leen más allá: este vínculo contractual, y su participación en Honduras, provocará la reconciliación forzosa de la cantante y el presentador Jorge Javier Vázquez tras años enemistados.
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