Ambiente relajado el que se está viviendo en la celebración de la comunión de la pequeña Daniella, hija de David Bustamante y Paula Echevarría y que se celebra a estas horas en San Vicente de la Barquera, localidad cántabra y lugar de nacimiento del cantante.
Después de asistir a la ceremonia religiosa, un acto más rígido y protocolario, los invitados se han dirigido al restaurante Annua, donde los reporteros han protagonizado una divertida anécdota.
El convite, que se está desarrollando de una manera relajada y distendida, ha contado con un servicio de catering y un pequeño ejército de camareros que, a modo de aperitivo, se han dedicado a ofrecer comida servida en bandejas. De esta manera se facilitaba la conversación, el movimiento y la interacción entre los invitados por el local, que cuenta además con unas vistas espectaculares y una gran terraza sobre el mar.
Y en uno de esos momentos de distensión y laxitud, la pareja nos ha regalado unas bonitas imágenes donde apreciamos el grado de entendimiento que existe entre los dos. Abrazos, susurros, achuchones, pero esa mano...esa mano… esa mano nos intriga: ¿se trata de un gesto natural? ¿un recuerdo del pasado? ¿un lapsus momentáneo? ¿es intencionado o accidental? Cuidado David con esas manos que luego van al pan… ¡y al jamón!
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