Los concursantes de Gran Hermano VIP 8 han utilizado por primera vez la Máquina de los deseos restando dinero a su premio.
Gran Hermano ha regresado a nuestras pantallas y lo ha hecho con novedades. Además de la aparición de una nueva sala de la casa, una cueva de la Prehistoria que ha sido habitada ya por seis concursantes -que en vez de GH VIP parece que han ido a Supervivientes-, o la Máquina de los deseos que podría reducir el premio final que se ha puesto en marcha por primera vez. Esta no es más que una fórmula para que los concursantes tengan la oportunidad de conseguir recompensas a cambio de rebajar el premio. Eso sí, también se podrá aumentar aunque no se ha dicho aún cómo.
Pues bien, en el primer debate los concursantes ya han tenido la oportunidad de hacer uso de esta máquina: 3.000 € a cambio de dar una cesta con alimentos a los compañeros de la cueva. Sólo los instalados en la casa podían decidir y aunque parecía que todos estaban de acuerdo, no ha sido tan sencillo.
"Lo están pasando mal", ha explicado a sus compañeros Karina, la encargada de ejercer de portavoz de los concursantes. Ablandando su corazón, ha habido una rápida unanimidad a favor del intercambio. Pero tras conectar de nuevo con el plató, empezaba el murmullo... "Es un a favor con reticencias, porque a lo mejor vienen luego ellos y dicen '¿os habéis gastado el dinero de todos para darnos una cesta? Si no estábamos tan mal'. Habéis tocado el corazón para bajar el premio y parece manipulación", explicaba Pedro García Aguado quien señalaba entre dientes: "Luego dices que 'no' al intercambio y aquí te linchan", a lo que Jessica Bueno y Marta Castro asentían.
"Es verdad que les hemos visto mal, pero no todos los días. Pensamos que nos habéis manipulado un poco", señalaba Pedro García Aguado a Ion Aramendi. "Sentimos que están jugando ustedes con nosotros", añadía Laura Bozzo. "Si entendéis que no es tan complicado estar en la cueva, ¿por qué no os ofrecisteis para entrar?", respondía con guasa Ion.
Pero la cuestión es que los concursantes de la casa no estaban tan lejos de la realidad. Cuando Ion pregunta a los seis concursantes de la cueva, se negaban en rotundo a tocar el premio a cambio de comida. "Si la comida no es el problema. No vamos a tocar el premio a día 6 de concurso", ha señalado Carmen Alcayde. "Creíamos que el domingo sería el final pero ahora que has dicho que 'va a mejorar un poquito' vemos el final más lejos y nos ha dado ansiedad", explicaba. Eso sí, cuando llegaba la cesta, a pesar de que Carmen Alcayde quería rechazarla inmediatamente, la dirección se lo negaba, generando un aplauso global.
Eso sí, el Súper también daba la oportunidad a los cromañones de uno en uno de coger 10.000 euros para irse con el resto de concursantes a la casa. Una decisión que todos, incluido Luca Dazi que había sufrido una crisis de ansiedad minutos antes, rechazaban.
Twitter: @DulceCorazonDLX
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