Álvaro Muñoz Escassi y la millonaria venezolana Raquel Bernal se casaron el 28 de diciembre del pasado año en la República Dominicana. Fue una boda que sorprendió a los amigos, que desconocían la implicación afectiva tan fuerte que mantenía con la empresaria. Hasta ahora el perfil de Escassi estaba muy alejado de cumplir con compromisos de larga duración como el matrimonio. Otra cosa era emparejarse,como hizo con Lara Dibildos, con la que tuvo un hijo. La biografía del jinete en asuntos amorosos es tan extensa como escasos sus recursos económicos. Su fama de donjuán le sirvió para ser protagonista en el 2010 de un programa, 'I love Escass' (Telecinco), donde debía demostrar sus dotes de seductor durante nueve emisiones. No tuvo mucho éxito, pero tampoco importó. Le pagaron bien y además disfrutó.
Con esta biografía sentimental no era extraño que sus amigos se sorprendieran por la decisión. Y más el entorno de Raquel. En ambos casos por razones diferentes. Unos por la necesidad de libertad que ha marcado la vida del jinete y los otros por considerarlo un cazafortunas. Lo bueno es que a la protagonista le importaba muy poco la fama de mujeriego de su novio y menos que no tuviera dinero. El resumen de la relación era algo parecido al 'tú pones la simpatía y yo el dinero'. Y efectivamente así fue.
Raquel Bernal tiene una gran fortuna y maneja su economía como cualquier gran empresario de la lista Forbes. El último regalo que le ha hecho a su marido, tal y como ha podido comprobar Vanitatis, es un imponente Lamborghini que conduce orgulloso por sus dominios y que comparte con sus nuevos amigos. Escassi maneja también la economía doméstica cuando no está su mujer.
Escassi tenía a su favor una serie de habilidades que cautivaron a la venezolana. Es un hombre educado, divertido, con buena planta y sexualmente muy activo. Y además comparte con su mujer la pasión por los caballos. Ahora tiene cinco en propiedad con los que entrena mientras su mujer se dedica a sus negocios. “Tienen sus pactos. Mientras Raquel viaja por temas de negocios, Álvaro se queda al cuidado de la casa. Son una pareja que lo tiene muy claro en cuanto a su relación”, comentan personas cercanas.
Una boda sorpresa
Viven en la urbanización Cap Cana en la costa este de la isla en una mansión situada en una de las de las zonas más elitistas y privilegiadas de la República Dominicana y a quince minutos del aeropuerto de Punta Cana. Es uno de los destinos turísticos de moda entre los millonarios. Además de acudir al casino, se pueden practicar diversas actividades como pesca, golf, tenis, cabalgatas por la playa y buceo.En este lugar aterrizan los aviones privados de los grandes magnates venezolanos y norteamericanos y allí llegaron los invitados convocados al enlace exclusivo. La invitación cursada por Escassi y Raquel a sus amigos y familiares era con todos los gastos pagados, incluido el billete en business y los hoteles. Parte se alojó en el Meliá y otros en el establecimiento propiedad de José Hidalgo. Una vez instalados en Cap Cana, la pareja ya pudo contar a sus amigos y familiares la verdad de la fiesta. Todos ellos se convirtieron en 'atrezo' de una exclusiva. Llamó la atención este intercambio crematístico dada la economía supersaneada de Raquel Bernal.
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