La historia del príncipe Haakon y la princesa Mette-Marit de Noruega posee todos los ingredientes para convertirse en un cuento de hadas como 'Cenicienta' o 'Blancanieves'. Príncipe conoce a chica rebelde, chica rebelde con hijo incluido se convierte en princesa, el pequeño de ojos azules adora a su padrastro, forman una bonita familia y todos viven felices para siempre. Fin. Sin embargo, parece que algo no acaba de cuadrar en este relato. Y es que últimamente se ha visto que aquel niño, ahora un joven de 19 años que levanta pasiones entre las noruegas, ya no tiene aquella excelente relación con el marido de su madre, aquel príncipe que hace tan solo unos años era una figura paterna para él.
Desde hace varios meses, puede entreverse que la estrecha y cercana relación que tenían Haakon y Marius Borg ya no es lo tanto. De tener cientos de imágenes de ellos jugando juntos, conversando o bromeando, hemos pasado a no tener ni una fotografía en la que se miren. Su relación es más fria que nunca. Esto se pudo comprobar en el posado de Navidad, en el que el primogénito de Mette-Marit tenía en todo momento cara de pocos amigos, y también en las celebraciones de los 25 años de reinado del rey Harald. Durante la primera jornada de festejos, una cena de gala en su residencia de Skaugum, Marius no se presentó a pesar de encontrarse allí, pues fue visto disfrutando junto a unos amigos de la pista de nieve artificial montada en la plaza de palacio.
Marius sí asistió a los actos del día 17, aunque su actitud fue un tanto distante. Es cierto que durante el servicio religioso por la muerte del rey Olaf V, padre de Harald, se le vio sonriéndole con cariño a su madre, pero no hubo ni una mirada para su padrastro. Algo similar ocurrió durante la celebración de una yincana deportiva. Marius no dudó en acercarse a su progenitora y darle un fuerte abrazo. En cambio, no medió palabra con el príncipe Haakon. Tampoco quiso subirse al balcón del Palacio Real de Oslo para saludar como sí hicieron los reyes, los herederos y sus hijos, y la princesa Marta Luisa y su familia.
Se desconoce si existe algún motivo para que la relación entre Marius y Haakonse haya enfriado, pero desde que cumplió 18 años el 13 de enero de 2014, en la prensa noruega se ha venido hablando de que el joven no se siente demasiado a gusto en este mundo 'royal'. "Ahora que es mayor y entiende la situación, sabe que no tiene ningún deber real y si acude a los actos es porque su madre se lo pide", aseguraba el diario 'Se og hor' hace unos meses. Y es que Marius quiere vivir su juventud con total libertad y, en ocasiones, se siente un poco presionado por su condición de hijo de una princesa. Este podría ser uno de los motivos por los que hijastro y padrastro no acaba de congeniar, pues lo 'culpa' de esa situación.
Comentarios
Publicar un comentario