Siempre se ha dicho que la fama es una moneda de dos caras y después de años disfrutando del lado bueno de su condición como bloguera de éxito y chica de moda del momento, Aída Domenech, popularmente conocida como Dulceida, acaba de descubrir el lado más amargo de la fama. Lo ha hecho durante el crucero Desalia Ron Barceló, que para promocionar su recorrido por el Mediterráneo invitó a bloggers conocidos a disfrutar de sus instalaciones y esperar que realicen publicidad a través de sus redes sociales. Sin embargo, más bombo está teniendo lo que sucedió a bordo y que supuso un motín en toda regla contra Dulceida, quien se enfrentó a una incómoda situación con unos fans descontentos con sus aires divinos.
La bloguera confirmó su asistencia en el crucero patrocinado a través de su perfil personal de Instagram, por lo que sus fieles seguidores que adquirieron un pase para coincidir con ella por la cubierta del crucero la esperaban con ilusión. El problema llegó cuando Dulceida no se mostró tan receptiva con sus fans como ellos esperaban, dado que llegaba directamente de Coachella (California), donde asistió al popular festival. Estaba rota de cansancio y no estaba para fotos con seguidores, ni firma de autógrafos o buenas caras, lo que no gustó nada a sus fans.
Al día siguiente, precisamente el último día del crucero que comenzó su periplo el pasado 16 de abril, la bloguera tomaba los mandos de la fiesta haciendo las veces de DJ y poniendo ritmo a la jornada a cubierta. No obstante, sus fans decidieron devolverle el mal gesto con abucheos, pitadas y gritos multitudinarios entre los que se escuchaba “tonta” o “fuera”, aunque también los había que jaleaban su nombre en señal de apoyo. Una guerra civil muy festiva que vivió un punto álgido cuando Gigi Vives, otra bloguera y amiga de Dulceida, les dedicó una peineta para defenderla, lo que encendió aún más los ánimos.
Comentarios
Publicar un comentario