Rafa Nadal está imparable, pero ha encontrado un hueco para disfrutar de unos días de relax y desconexión antes de volver a la rutina de entrenamientos y torneos. Tras abandonar Wimbledon, tras perder en la semifinal contra Djokovic, el mejor tenista del mundo ha viajado hasta Ibiza para pasar unos días con unos amigos.
No ha estado acompañado de su pareja, Xisca Perelló, con la que lleva saliendo más de 10 años. Aunque estuvo acompañándolo durante el partido de semifinal -Xisca estuvo junto a la hermana y madre del tenista-, Xisca podría haber vuelto al trabajo, lo que no le ha permitido estar junto al tenista durante estos días.
Rafa Nadal estuvo disfrutando de una jornada en alta mar en un barco de lujo Beethoven, que adquirió en 2016. Se trata de un yate de la firma Monte Carlo Yachts con 23 metros de eslora. La embarcación cuenta con todas las comodidades, lo que hace mucho más cómoda la estancia en el mismo.
Sus amigos estuvieron acompañándolo y estuvieron hablando en todo momento. En un momento dado, el tenista se dio cuenta de que estaba siendo fotografiado y no dudó en hacer algunos aspavientos para pedir que respetaran su intimidad. Aún así, el tenista y sus amigos siguieron disfrutando del sol de Ibiza en alta mar.
Twitter: @TwiSalvameDelux
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