Los últimos Grammy Latinos no solo fueron el estreno internacional de Rosalía, sino que se convirtió en la gran reaparición de Miguel Bosé tras saberse que había roto con Nacho Palau, el arquitecto con el que compartió varias décadas de su vida y la crianza de cuatro hijos. Lejos de lucir su mejor versión, el cantante reapareció con ojeras, algo demacrado y casi sin voz, lo que realmente preocupó a todo el mundo.
Desde entonces, Miguel ha seguido con su vida, sin contar qué es lo que pasa en la voz y omitiendo los muchos comentarios que se hacen desde hace semanas sobre su vida personal. Lo que sí es cierto es que el artista no ha cancelado ninguno de sus compromisos profesionales y sigue dando lo mejor de sí mismo cada vez que se sube al escenario.
El pasado domingo Miguel volvió a los escenarios como una gran estrella en el ‘Festival Sabor a Cabo’ en Baja California, México, donde le esperaban miles de personas.
“Vamos a saborear este postre que hemos cocinado durante tanto tiempo, como más de cuarenta años, ustedes y nosotros juntos. Es, nada más y nada menos, que toda una carrera musical que vamos a pasear y enseñar esta noche. Amárrense bien los cinturones que vamos a arrancar esta noche”, dijo Miguel a las 4.000 personas que se dieron cita en el evento.
Aunque lo dio todo con sus temas, lo cierto es que la voz de Bosé no era la de siempre y sonaba más grave que de costumbre.
Twitter: @TwiSalvameDelux
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