A estas alturas sabrás que Tamara Falcó e Íñigo Onieva ya son marido y mujer. Sí, la pareja se dio el 'Sí, quiero' el pasado 8 de julio en una emotiva ceremonia, pero lo que muy pocos conocen es la otra cara de la boda del año. Dejando de lado la preboda que los novios ofrecieron a sus invitados en el hotel Ritz y centrándonos en el día del enlace, hay algunos detalles dignos de revelar. Empezamos por la ceremonia religiosa, a la que la marquesa de Griñón llegó tarde, cumpliendo así con una tradición de todas las novias. Lo que sí se dice es que su retraso fue demasiado, unos 45 minutos. ¿El motivo? Últimos retoques para que su vestido, el que muchos comparan con el que llevó Letizia el día de su boda con Felipe VI, estuviese perfecto.
Durante la misa hubo un momento de tensión, no por los novios, sino por unos de los curas que ofició la ceremonia. El altar estaba lleno de velas y el padre Miguel Cruz se acercó demasiado a una de ellas. Se le prendió la casulla y la hermana del novio, Alejandra, al darse cuenta se acercó para apagar el fuego. "Había unas velas en el suelo y uno de los sacerdotes se acercó demasiado a las velas, si no es por la hermana de Íñigo que le dijo que no se acercara, que se iba a quemar... Pero no pasó nada, se chamuscó un poco, pero creo que ni siquiera se dio cuenta él del fuego. Fue un incidente jocoso y curioso, no eran las llamsa del infierno...", ha dicho el padre Ángel, que estuvo presente en la ceremonia, en 'El programa de Ana Rosa'. El sacredote también ha contado que "entre los novios no hubo lágrimas, hubo mucha complicidad entre elllos, se miraban, se sonreían, se acariciaban y al final se besaron".
Durante la ceremonia Manolo Falcó, hermano de la novia y padrino, dedicó unas preciosas palabras a los novios y lanzó algún que otro zasca al novio al hacer referencia a lo poco que duran los matrimonios en su familia. Íñigo recogió el testigo y tras las palabras de su cuñado se levantó y se dirigió a todos los invitados. "Querida familia política, os quiero pedir perdón de nuevo. Sé que en la pedida dijimos que el pasado se queda en el pasado, que miramos en el futuro, pero os he hecho sufrir por mis errores", dijo el novio, que llevó unos gemelos con guiño a Tamara.
Según ha transcendido no hubo tensión entre las consuegras, Isabel Preysler y Carolina Molas, pero tampoco hubo mucha relación entre ambas familias durante el enlace. "¿Quién dice que hubo tensión? Fue una boda muy bonita y muy sentida", ha dicho Molas tras la boda.
Como también es tradición hubo baile de los novios. Bailaron un valls que llevaban practicando semanas en una academia de Madrid. Sobre los looks de las invitadas, se rumorea que a la novia no le ha sentado nada bien los colores que eligieron. Tamar Falcó considera que la gama de tonos blancos y claros debe estar reservada para la novia.
Y para cerrar las anécdotas hay que destacar la original idea de Íñigo Onieva de cambiar los fuegos artificales por un espectáculo de drones. Algo que encantó a Tamara, que se emocionó al leer en el cielo la frase 'Love is in the air'.
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